El lago Alqueva está rodeado por un paisaje encantador y único.
Descubra las aldeas de la ribera y todos sus encantos.
Aldea de Amieira
Aldea de Alqueva
Aldea de Campinho
La cultura y la gastronomía local son solo algunos de los buenos motivos para conocer las aldeas de la ribera del lago Alqueva.
Aldea de Telheiro
Villa de Monsaraz
Aldeia da Luz
Villa de Mourão
Aldea de Juromenha
Aldea de Villareal
Aldea de Cheles
Aldea da Estrela
La valorización turística de las «Tierras del Lago Alqueva» es una apuesta estratégica llevada a cabo por el gobierno.
Las características de este lago, que se extiende por los valles de los ríos Guadiana y Degebe y por las riberas de Alcarrache, Zebro y Lucefit, ofrece efectivos potenciales de desarrollo turístico, concretamente por la proximidad de aldeas y villas del Alentejo que podrán cimentar su base económica en las actividades de turismo, ocio y recreo de esta amplia zona de aguas y de sus márgenes.
área
aproximadamente
250 km2
perímetro
aproximadamente
1160 km
longitud
aproximadamente
83 km
vías navegables
más de
150 km
Hoy en día, el desarrollo del denominado turismo alternativo es una realidad con gran un gran impacto en la innovación de las actividades turísticas y de ocio a escala mundial.
Contribuye a la consolidación de productos, espacios, equipamientos y servicios, mecanismos de comercialización y modelos de promoción turística caracterizados por rechazar la tendencia global a la masificación y basados en el descubrimiento de nuevos ambientes y de estructuras con una buena acogida, donde destacan la originalidad y el contacto personalizado con los habitantes locales y sus valores y patrimonios culturales.
El origen de Juromenha se remonta al periodo de dominación romana. Sin embargo, no fue hasta la ocupación islámica cuando Juromenha se transformó en una población fortificada, sobre todo a partir del siglo XI. De esa época aún se conserva la parte esencial de la fortificación primitiva, dispuesta en grandes murallas de tapia reforzadas por torres cuadrangulares.
Tras unos siglos de estancamiento, el papel de Juromenha como plaza fuerte volvió a ser patente en el periodo de las Guerras de la Restauración, cuando se construyó una importante fortificación abaluartada de planta poligonal típica de la ingeniería francesa de Vauban.