El lago Alqueva está rodeado por un paisaje encantador y único.
Descubra las aldeas de la ribera y todos sus encantos.
Aldea de Amieira
Aldea de Alqueva
Aldea de Campinho
La cultura y la gastronomía local son solo algunos de los buenos motivos para conocer las aldeas de la ribera del lago Alqueva.
Aldea de Telheiro
Villa de Monsaraz
Aldeia da Luz
Villa de Mourão
Aldea de Juromenha
Aldea de Villareal
Aldea de Cheles
Aldea da Estrela
La valorización turística de las «Tierras del Lago Alqueva» es una apuesta estratégica llevada a cabo por el gobierno.
Las características de este lago, que se extiende por los valles de los ríos Guadiana y Degebe y por las riberas de Alcarrache, Zebro y Lucefit, ofrece efectivos potenciales de desarrollo turístico, concretamente por la proximidad de aldeas y villas del Alentejo que podrán cimentar su base económica en las actividades de turismo, ocio y recreo de esta amplia zona de aguas y de sus márgenes.
área
aproximadamente
250 km2
perímetro
aproximadamente
1160 km
longitud
aproximadamente
83 km
vías navegables
más de
150 km
Hoy en día, el desarrollo del denominado turismo alternativo es una realidad con gran un gran impacto en la innovación de las actividades turísticas y de ocio a escala mundial.
Contribuye a la consolidación de productos, espacios, equipamientos y servicios, mecanismos de comercialización y modelos de promoción turística caracterizados por rechazar la tendencia global a la masificación y basados en el descubrimiento de nuevos ambientes y de estructuras con una buena acogida, donde destacan la originalidad y el contacto personalizado con los habitantes locales y sus valores y patrimonios culturales.
Esta aldea bastante ya aparece documentada en 1262 en el inventario de bienes de D. João Peres de Aboim, mayordomo mayor de D. Afonso III. De fuerte tradición agrícola, su población nació en torno a la primitiva ermita consagrada a S. Lorenzo, santo mártir del cristianismo muy venerado en el Alentejo.
Además de esta iglesia, totalmente reformada en los siglos XVIII y XIX, subsiste la ermita de San Antonio, ejemplo de la arquitectura popular de finales del siglo XVI o principios del siguiente.